Loryn Moore vive en el norte de California con su esposo y su hijo pequeño. Ella y su esposo son ávidos aficionados al bricolaje, jardineros en el patio trasero, orgullosos dueños de pollos y jugadores de fútbol recreativos. Su hijo está en movimiento constante y seguirle el ritmo resulta cada vez más desafiante a medida que su capacidad para correr como el viento aumenta con cada día que pasa. Estos dos hombres son los amores de su vida y su inspiración en todo lo que hace.

Loryn sabía que le encantaba escribir cuando llegó al sexto grado. Ella tomó una clase de poesía ese año y disfrutó cada segundo. Esto la llevó a una pasión por la lectura, lo que estimuló aún más su pasión por la escritura. El lugar donde cultivó gran parte de su perspicacia fue con amigos en la escuela secundaria, pasando notas largas y divertidas entre clases. Siempre tratarían de superarse entre sí con historias ridículas que inventarían sobre cualquier detalle mundano que pudieran encontrar. Siempre los dejaba con el estómago dolorido y puntadas en los costados de tanto reírse.

Cuando llegó la universidad, cambió su especialización cuatro veces. Negocios, Periodismo, Escritura Creativa y luego de regreso a Negocios, donde se quedó definitivamente. Pero continuó asistiendo a talleres de escritura creativa a lo largo de sus cursos. Aquí fue donde escribió su primer libro. Y para ser honesta… Apestaba.

Pero continuó escribiendo una nueva historia que le permitió mantener sus fortalezas. Unos ochenta borradores después y se le ocurrió su primera novela. Aprendió que escribir es un trabajo de amor y que los personajes hacen las cosas más terribles, destruyendo constantemente las tramas cuidadosamente elaboradas por el autor. Pero para ella, eso es lo que hace que los personajes sean tan reales. Todos tienen sus propias mentes.